La atraccion sexual

La atracción que sentimos por las personas es un gran miste­rio. Sea cual sea tu aspecto externo, siempre encontrarás a alguien al que le gustará tu sonrisa, tus ojos, tu manera de ca­minar o cualquier otra cosa que ni imaginas

Algunas teorias sobre la atraccion sexual 

Hay muchos estudios, algunos muy profundos, que intentan explicar la atracción que ; sentimos los unos por los otros, pero ninguno lo explica todo, ni son una verdad abso­luta. Tal vez la explicación ideal sería aquella que pudiera contenerlo todo. Sin embar­go, nuestras propias vivencias y la observación de lo que nos pasa a nosotros y a la gente que nos rodea puede ayudarnos a llegar a ciertas conclusiones.

•  Según ciertas investigaciones, tanto hombres como mujeres emitimos unas sustancias llamadas feromo-nas cuyo olor, percibido de forma subliminal, no con­cienciado, estimula el deseo sexual. Hasta tal punto esta explicación es sostenible para algunas personas, que la industria cosmética utiliza feromonas animales de gatos a veces- o sintéticas para hacer más atracti­vos (o más atrayentes) sus perfumes y otros productos.

• Hay otra idea que sostiene que los hombres se sien­ten atraídos por aquella mujer que da una cifra entorno al 0,70 al dividir el contorno de la cintura por el de la ca­dera. Es decir, como si el hombre llevase incorporado un «compás inconsciente» que le hiciera calcular a ojo esa medida en las mujeres con las que se cruza...

• La psicología evolucionista, por su parte, se incli­na por razones de selección natural: elegimos a aque­llas personas cuyos rasgos nos garantizan una saludable capacidad de procreación. Si ese objeto de nuestro interés es mujer, buscaremos, por ejemplo, una joven de anchas caderas, aspecto saludable y de abundante cabellera para madre de nuestros hijos.Y si es un hom­bre, será alguien fuerte, valiente y poderoso para que nos proteja a nosotras y a nuestros pequeños.

• El psicoanalista Cari Gustav Jung se basó en el inconsciente para explicar el porqué nos sentimos atraídos por el otro: la mujer buscaría en el hombre su parte o función inconsciente masculina, que él llamó «animus», mientras que el hombre, su parte o función inconsciente femenina, llamada «ánima».

• Otros estudios añaden, además, que ciertas ca­racterísticas psicológicas de hombres y mujeres es­timulan igualmente nuestro interés sexual: entusias­mo, dinamismo, inteligencia, creatividad, curiosidad intelectual y carácter alegre.