Bienvenida la primera regla
La primera regla puede agradarte o no, pero siempre te sorprenderá, aunque la estés esperando. Una vez que te ha bajado será una fiel compañera todos los meses, hasta el final del período fértil.
No debes desanimarte por ello; todo lo contrario: la llegada de la menstruación es un momento biológicamente especial. Tu cuerpo va a recordarte, cada mes, que estás capacitada para tener un hijo. Eso no significa que lo tengas que tener obligatoriamente. Es una elección que tomarás cuando estés en condiciones físicas, emocionales y circunstanciales óptimas. Es decir, cuando estés preparada y lo desees.
Por eso, es muy importante que estés muy bien informada sobre este evento tan especial, para afrontarlo con tranquilidad y sin miedos: la menstruación está rodeada de muchos tabúes que se han ido transmitiendo de padres a hijos, unos relacionados con la salud y otros con la religión, y que, a pesar de toda la información, siguen en pie.
El período fértil de la mujer se inicia con la menarquia -primera regla- y continúa entre treinta y cinco o cuarenta años, hasta que se retira poco a poco o de repente, iniciándose la menopausia. La mujer deja entonces de producir óvulos y concluye su etapa fértil y reproductora, dejando paso a otro ciclo creador como es el de productora de cultura. La primera regla suele aparecer entre los ocho y los veinte años, pero la media está entre los once y los catorce.
El ciclo menstrual
El ciclo menstrual dura unas cuatro semanas, aunque puedes tener un ciclo corto (veintiún día), medio (veintiocho a treinta días) o largo (treinta y cinco días). Lo importante es que sea regular, es decir, que tengas tu regla todos los meses. La duración de la regla también varía: entre dos y ocho días, aunque la media está entre cuatro y seis.
La regla es una pequeña hemorragia de unos 40-50 mi de sangre, de los cuales las tres cuartas partes son eliminadas en los dos primeros días.
La sangre no fluye de forma ininterrumpida, sino que puede haber detenciones de flujo durante unas horas, salir por oleadas o gota a gota.
Lo que pasa cada mes
La glándula pituitaria envía señales a los ovarios con el fin de que + produzcan la hormona folículo-mulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH); éstas estimularán a un folículo, alojado en un óvulo. A medique el óvulo. A medida que el ovulo madura, el folículo libera estrógeno
Este facilita el revestimiento del útero con una mucosa llamada endometrio que va tapizando sus paredes para que el óvulo fecundado encuentre un lugar acogedor.
Llegado el día catorce del ciclo, el folículo explota, lanzando al óvulo fuera, en dirección de una de las dos trompas de Falopio. Así empieza su camino hacia el útero. Esto es lo que llamamos la ovulación. Generalmente pasa inadvertida, pero algunas mujeres son muy sensibles y notan punzadas o malestar abdominal.
Entonces el nivel de estrógeno es muy alto, reflejándose en una secreción vaginal copiosa y más líquida. Por último, el folículo
libera progesterona, la hormona que nutre el revestimiento del útero y el nivel de estrógeno disminuye.
A medida que aumenta el nivel de progesterona, la secreción vaginal se hace más pegajosa y escasa. Además el revestimiento del útero se prepara para recibir y nutrir al óvulo fecundado. Si un óvulo, que viaja por la trompa de Falopio encuentra esperma, puede tener lugar la fecundación o concepción. En caso de que esto no ocurra, el óvulo se desintegra y sale por la vagina (normalmente antes de la regla). A partir de ahora el folículo va produciendo cada vez menos estrógeno y progesterona durante unos doce días.
Cuando disminuyen los niveles hormonales, el revestimiento del útero ya no recibe alimento y se elimina: esto es lo que llamamos regla. La capa que queda dentro constituirá la base del revestimiento del mes siguiente y todo vuelve a empezar.
Si la mujer se queda embarazada, el ciclo se interrumpe y el endometrio anidará al embrión que ha nacido del encuentro entre un óvulo y un espermatozoide. La regla volverá unas semanas después del nacimiento del bebé.
En nuestra cultura no se hace ninguna fiesta cuando te viene la regla por primera vez, pero los padres se suelen regocijar, y cuentan el acontecimiento al resto de la familia, visiblemente emocionados, aunque de forma un tanto confidencial por tratarse de un asunto íntimo. Se sienten orgullosos de que su hija sea ya «una mujercita». Y tienen razón: es un acontecimiento muy importante que va a cambiar muchas cosas en tu vida. En otras culturas, aún vigentes, la llegada de la menstruación se vive de formas muy distintas a la nuestra:
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